El Santo Domingo que Erwin Walter Palm descubrió
Palm llegó con una maleta y una máquina de escribir a San Pedro de Macorís sin conocer nada del país ni de su idioma. Se incorporó al pequeño mundo intelectual local y logró formar parte del cuerpo docente de la Universidad de Santo Domingo.
A Erwin Walter Palm le debemos la valoración de los edificios antiguos de Santo Domingo desde una visión academicista. En la conformación de un ideal nacionalista, los dominicanos conservaban el orgullo de haber sido el punto inicial de la cultura europea en América y los edificios coloniales, abandonados y víctimas del deterioro acumulado, representaban, de alguna manera, el testimonio de ese ideal.